sábado, 31 de mayo de 2008

4 meses

Hola Morsa:
Estarás bien y ya no te acordarás, pero hoy hace 4 meses que ya no te vemos.
No puedo pensar en vos sin llorar, pero esta vez no voy a hacerlo.
Con Estefanía pensamos en hacer un mural con tus fotos, con TODAS, porque en todas saliste hermoso. Sos hermoso, la morsa mas hermosa.
Es raro salir a la calle y verte, pero estás, nos acompañás todas las mañanas, todas las tardes, todas las noches, siempre. En unos días cumplirías 8 años y 6 meses. Te estoy prepando algo para eso.
Sé que en tu paraíso hacés todo para que nosotras estemos bien, y gracias a eso así estamos. Sos un Rey y nosotras tus vasallas.

TE AMO.

Y ya voy a empezar a llorar.

Confianza

¿Qué actitudes nuestras llevan a los demás a confiar en nosotros? ¿Cuáles son las actitudes valoran los demás?
¿Por qué cuando peor nos sentimos alguien nos ayuda?
Las situaciones por las que pasamos, depende de cómo las vivamos, nos conducen a sentirnos mas o menos seguros. La monotonía, el costumbrismo y el miedo pueden afectar, o mejor dicho afectan, nuestra percepción ante el mundo. ¿Por qué no explotamos nuestro potencial?
¿Qué concepto tenemos de nuestra propia realidad? El YO ¿Qué es? ¿Quién soy? ¿Por qué actúo de tal o cual manera?
Al subirnos a un proyecto, de la índole que sea, en juego ponemos muchas cosas. Bajarse repentinamente es síntoma de inseguridad o cobardía. Y no es que ese proyecto naufrague sino que nosotros no sabemos llevar nuestro timón. Y me pregunto, entre tantas dudas, ¿Adonde quiero llegar? ¿Por qué este destino me llamó la atención?
Es cierto que explorar nuevos horizontes siempre es interesante, pero ¿Qué hay del destino que al que queremos llegar?
El DESTINO, que varía repentinamente, varía nuestra propia vida. Me gustaría conocer que me depara y no generar hipótesis con indicios poco certeros.
Podría bajar de este barco, pero me quedaría con el sabor amargo de la derrota.
¿Por qué tantas dudas?

domingo, 18 de mayo de 2008

Buena noche

Sábado a la noche, sin planes armados, salgo a la plaza, como muchas noches.
Pasado un rato me pasó algo que me hizo mal, perdí la alegría que tenía y no pude mas que llorar. Por supuesto que no quería llorar delante de nadie y me fui a caminar, me quedé en la estación, que estaba solitaria, un rato para despejarme y volver mas tranquila.
Así fue, hasta que me preguntaron a donde había ido, y otra vez la melancolía: tuve que llorar. Expliqué brevemente lo que me pasaba y nada mas.
Dispuesta a irme encaminé para mi casa, a la media cuadra comprendí qie sería peor, que iba a seguir llorando y volví con ellos. Fue lo mejor que podría haber hecho: me reí, superé uno de mis temores y escuché cosas que hace tiempo quería escuchar, pero no en ese marco.
Será que ya perdí las ilusiones y eso que escuché fue solo un alago, no me produjo esa sensación de extasis que me hubiera producido escucharlo meses antes.
Después, un poco a la deriva, nos fuimos a tomar algo juntos.
Mas miradas, palabras, miradas sostenidas, roses indirectos. Tanta provocación se hace insostenible, pero interesante y divertida. Desde ya, no pasó nada mas que eso porque había mucha gente alrededor.

Si tus miradas, tus palabras, tus caras de complicidad se van a morir en el silencio, por favor no lo hagas mas. No soy de piedra y la ilusión se puede volver a despertar.

Releer

Pocas veces releo aquello que escribi cuando necesitaba soltar una emocion. Siento que es perder el tiempo, es revolver la mierda, dar vuelt...