jueves, 10 de noviembre de 2016

Hoy te odio. Te odio fuerte. Mucho.
Lloré. Solo quise estar tirada en la cama debajo de la frazada sin hacer nada.
Me acordé de todas las palabras hirientes que dijiste, de la situación, del momento, del lugar, de cómo me sentí y cómo me siento ahora. Te odio.
Pude ver que siempre me engañaste, aunque fuera virtual.
Demasiadas veces te dije que no me gustaba que tuvieras contacto con tu ex, no te importaba y en mi cara vivías comunicandote con ella.
¿Cuánto falta para que la veas? Si aún no la viste.
¿Cuánto falta para se amen sin culpas?
Hoy entiendo que en tu vida fui una pareja de transición. Conmigo quisiste tapar los huecos que no pudiste con ella. Conmigo quisiste casamiento, hijos y más, todo menos amor. Querías demostrarle a ella que podías tener una pareja estable. Todo lo que me proponías era para ella, porque siempre estuvo en tu vida, hasta en la mía sin querer.

1 comentario:

1 morsa dice:

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