En momentos de hostilidad elijo meterme en la ostra.
Encerrarme en mis emociones y preguntarme todo, lo que duele y lo que no,
porqué, cómo, para qué, qué gano y qué pierdo. Responderme cada una de esas
preguntas, aunque duela, aunque haya que llorar hasta secarse, aunque queme.
Y puede durar una semana, 5 minutos o 3 horas. El tiempo
depende de cuantas preguntas tenga que hacerme.
No hay un solo problema. Hay varios que resolver. El
problema mas grave es uno solo, desde ahí salen mas, todos relacionados. En
este momento tengo que resolver problemas básicos además de emociones, pero ¿si
no estoy bien desde mi ser cómo puedo ver con claridad el resto?
En este momento las preguntas son muchas. El miedo parece
aun mas grande. Pienso en mis amigas, que con situaciones un poco mas complejas
salieron bien paradas y ahora tienen un camino armado y futuro prometedor.
A veces pienso en buscar una tarotista o alguien que lea las
manos, pueda predecir el futuro, darme nombres o alguna cosa exacta para ver
con mas claridad. Puede que sea la solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
1 morsa dice: