Días en los que tengo ganas de llorar y no sé porqué.
¿Será que me siento sola y vacía? ¿Será que está cambiando algo en mi vida y es una forma de materializarlo? ¿Seré como Oliverio que junto preguntas sin respuestas?
Escribiendo esta pregunta recuerdo que tengo que leer un poco más de poesía.
Tengo muchas palabras no dichas en mi cabeza y en mi corazón. A veces parece que pasó el tiempo y no tiene sentido, otras veces el silencio de los otros nos obligan a callar y otras veces tenemos las palabras pero no la forma correcta de expresarlas.
Pienso en esa última conversación por chat que me hizo decidir que no eras la clase de persona que quiero en mi vida, en ese último mensaje de texto donde se terminaba aquello que ni había empezado; y en todas esas palabras que no pude decir porque no tuve el espacio y porque los oídos que tenían que oírme eran sordos a mis palabras, mis sentimientos, mis dolores.
Ilusiones que se perdieron en la nada, sensaciones que parecen haber pasado fugazmente, esperanzas de un ideal inalcanzable.
Esas personas que en algún momento me marcaron no están, son sólo un recuerdo. ¿Habrá sido real? ¿Será que lo que creo real es solo ilusorio? ¿Será que lo ilusorio es real (aunque a largo plazo)?
¿Cuánto tiempo tengo que esperar para ser feliz? ¿Cuántas cosas tengo que vivir para lograr estar conmigo? ¿Cómo aprender de esas mismas cosas sin sentir dolor?
No sé elegir, o no quiero elegir. Miedos, represiones internas muy antiguas que no saben convivir en mí ni conmigo.
Alguien me dijo: si no sabés porqué querés llorar solo tenés que escribir y vas a comprender de dónde salen esas lágrimas. Y recordando cosas que me dijeron puedo decir que al crecer lloramos con menos lágrimas, pero con más dolor. En este momento las lágrimas no salen, pero duele recordar esos momentos.
Y aparece una nueva persona en mi vida que también se llama al silencio. ¿Qué hago con mis palabras? ¿Cuándo las digo? ¿Será que tengo que guardarlas en mí?
Tendría que tener menos expectativas, menos sueños y dejar que las cosas fluyan con la mayor naturalidad posible. Creo en el destino, sé que no es casualidad sino causalidad.
Entonces… sumo mas preguntas ¿por qué apareciste en este momento de mi vida? ¿Por qué sos ilusorio? ¿Por qué tengo que esperar tanto para verte? (aún sabiendo que quizá nunca pueda besarte) ¿Por qué las distancias parecen tan largas?
La persona más importante de mi vida, desde hace 19 años, vive en otro continente, y a ella tampoco puedo decirle que la quiero, que es mi ideal a seguir, que la amo…
y sigo guardando palabras…
¿Será que me siento sola y vacía? ¿Será que está cambiando algo en mi vida y es una forma de materializarlo? ¿Seré como Oliverio que junto preguntas sin respuestas?
Escribiendo esta pregunta recuerdo que tengo que leer un poco más de poesía.
Tengo muchas palabras no dichas en mi cabeza y en mi corazón. A veces parece que pasó el tiempo y no tiene sentido, otras veces el silencio de los otros nos obligan a callar y otras veces tenemos las palabras pero no la forma correcta de expresarlas.
Pienso en esa última conversación por chat que me hizo decidir que no eras la clase de persona que quiero en mi vida, en ese último mensaje de texto donde se terminaba aquello que ni había empezado; y en todas esas palabras que no pude decir porque no tuve el espacio y porque los oídos que tenían que oírme eran sordos a mis palabras, mis sentimientos, mis dolores.
Ilusiones que se perdieron en la nada, sensaciones que parecen haber pasado fugazmente, esperanzas de un ideal inalcanzable.
Esas personas que en algún momento me marcaron no están, son sólo un recuerdo. ¿Habrá sido real? ¿Será que lo que creo real es solo ilusorio? ¿Será que lo ilusorio es real (aunque a largo plazo)?
¿Cuánto tiempo tengo que esperar para ser feliz? ¿Cuántas cosas tengo que vivir para lograr estar conmigo? ¿Cómo aprender de esas mismas cosas sin sentir dolor?
No sé elegir, o no quiero elegir. Miedos, represiones internas muy antiguas que no saben convivir en mí ni conmigo.
Alguien me dijo: si no sabés porqué querés llorar solo tenés que escribir y vas a comprender de dónde salen esas lágrimas. Y recordando cosas que me dijeron puedo decir que al crecer lloramos con menos lágrimas, pero con más dolor. En este momento las lágrimas no salen, pero duele recordar esos momentos.
Y aparece una nueva persona en mi vida que también se llama al silencio. ¿Qué hago con mis palabras? ¿Cuándo las digo? ¿Será que tengo que guardarlas en mí?
Tendría que tener menos expectativas, menos sueños y dejar que las cosas fluyan con la mayor naturalidad posible. Creo en el destino, sé que no es casualidad sino causalidad.
Entonces… sumo mas preguntas ¿por qué apareciste en este momento de mi vida? ¿Por qué sos ilusorio? ¿Por qué tengo que esperar tanto para verte? (aún sabiendo que quizá nunca pueda besarte) ¿Por qué las distancias parecen tan largas?
La persona más importante de mi vida, desde hace 19 años, vive en otro continente, y a ella tampoco puedo decirle que la quiero, que es mi ideal a seguir, que la amo…
y sigo guardando palabras…
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