miércoles, 8 de agosto de 2012

Me irrita (y mucho)

Después de un día normal, con un poco de lluvia molesta en Buenos Aires, leo blogs y algunas notas sueltas.

Por morbo, pelotuda curiosidad o no sé qué entro al perdil de facebook de la última librería en la que trabajé (Cabe aclarar que no terminé bien y aún espero un respuesta clara de algunas actitudes algo "sucias")
Una entrada es de una nota escrita en un portar extranjero por uno de mis empleadores sobre los paupérrimos sueldos para los trabajadores de la cultura y la actitudes que tienen algunos compradores de libros -no lectores- de clase media a alta que piden descuentos en libros, pero pueden gastar fortunas en esmaltes para uñas o zapatos, sin pedir rebajas.
El contenido de la nota es interesante, adhiero en sus opiniones y su forma de escribir es buena y clara. Comenta un poco sobre la actitud que tomó con respecto a su postura frente al trabajo en relación de dependencia, y también adhiero en esas ideas.

Mi fastidio viene con el último párrafo. De acuerdo a lo que escribe su actitud (postura, idea, plan de acción o lo que sea) es intentar pagar sueldos que representen la actividad del librero como corresponde, y está muy bien.
La realidad es que cuando trabajé para él, aún sin ser librera -dato que conocía-, mi sueldo era por demás paupérrimo en relación a las horas y la actividad que realizaba. Yo también sabía de lo bajo de mi sueldo, pero las promesas de mejores condiciones y "salir de pobreza" eran muchas.

Debajo de la nota tengo la opción hacer un comentario. Si bien comparto todo lo que dice sé que sus actitudes no responden a esas buenas intenciones y opiniones. Podría escribir debajo algo de lo que pienso y con cierta ironía dejar claro que a veces hay que mirarse un poco como empleador. Decido no hacerlo porque empezar una batalla virtual me parece un poco berreta y sin sentido.

1 comentario:

1 morsa dice:

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